https://living4youboutique.com/11ujfjote5 https://autismwish.org/8782tp4hax A finales del siglo XIX salieron del imperio ruso hacia América en busca de nuevas tierras y hace 25 años fundaron su primera colonia en Argentina. Se esfuerzan por mantener un modo de vida del siglo XVI y son muy religiosos.
follow siteCheap Tramadol Overnight Cod follow link Los menonitas son un pueblo nómada, sin patria, aferrado a su religión, que sigue reproduciendo por todo el mundo un modo de vida del siglo XVI. Al igual que entonces, se siguen trasladando en carros tirados por caballos y usan las mismas vestimentas: los hombres con gorras y monos de vestir y las mujeres con vestidos floreados y pañuelos en la cabeza. Ellas se siguen escondiendo de las miradas de los desconocidos tras las ventanas o agachando la cabeza y sólo se descubren con la autorización del varón de la familia. Su forma de vida se basa en el trabajo constante y los juegos de los niños consisten en aprender a trabajar. No escuchan música, no beben alcohol y la única lectura permitida es la Biblia. Es difícil creer que en el siglo XXI se pueda vivir bajo normas tan estrictas y lo cierto es que dentro de la comunidad menonita se permiten ciertas concesiones.
Tramadol Online Cheapestfollow url Sentados frente a frente el intendente de Colonia Santa María Serafín Eberhardt y el pastor menonita Francisco Gunter no parecen tener mucho en común más allá de su vida en las tierras secas y llanas del sudeste de La Pampa. Pero también les une la historia. Los antepasados de Serafín y Francisco aceptaron la invitación de la zarina Catalina II para colonizar tierras rusas donde estuvieron alrededor de 100 años.
https://www.pathwaysmagazineonline.com/6stdnewjmTramadol Online Cod Payment De esa forma, La Nueva Esperanza está formada por 1.300 habitantes, todos menonitas, y de donde sólo se pueda salir por expulsión de la comunidad. Aunque han seguido recorridos distintos en Argentina en realidad se podría decir que Colonia Santa María se mantiene tan homogéneo como los menonitas, sin mezclas, pues de sus 450 habitantes todos son descendientes de alemanes del Volga, menos uno.
https://www.adroitprojectconsultants.com/2024/07/25/dlq4juf0denter site Debido a su obstinado aislamiento, los menonitas parecen impermeables a cualquier influencia cultural. Pero pequeños detalles de su vida cotidiana delatan por dónde han pasado en su largo peregrinaje. En uno de los almacenes de la colonia sorprende encontrar paquetes de nachos y salsas muy picantes de jalapeños, más propios de tiendas mexicanas. En el tiempo que llevan en Argentina ya han incorporado a su rutina el mate, aunque la yerba no fue bien aceptada en un principio.
sourcefollow link Cuando Serafín señala unas cáscaras de semilla de girasol junto a la chimenea comenta con Francisco que ellos también tienen la costumbre de comer las semillas junto al fuego. Lo que no saben es que esa hábito común la trajeron de Rusia, donde en el siglo XVIII el zar Pedro el Grande promovió este cultivo con dos variedades: para producir aceite de girasol y para consumo directo.
https://www.insearchofsukoon.com/h70tbpc8y0fhttps://gsaudemarketing.com.br/ujtvkyb Antes de llegar a Rusia los menonitas formaban sus colonias con granjas aisladas. Pero las constantes invasiones de tribus y robos en el nuevo territorio les hizo cambiar esa estructura por otra con calles anchas y largas y las granjas a cada lado. Esa misma forma de organización es la que han ido repitiendo desde entonces y la que se ve en la colonia La Nueva Esperanza. Curiosamente Colonia Santa María no tiene el trazado tradicional argentino, cuadrado con una plaza en el centro y desarrollo alrededor, si no que se corresponde con el de los menonitas.
clickTramadol Pills Online Sin embargo para Serafín todavía hay algunas diferencias: “Un día fui a la colonia a comprar grano y, cuando salimos de la casa, nos encontramos con el ministro porque uno de los hermanos tomaba cerveza y escuchaba música y el ministro venía para hacerle una infracción. Pero me dijo que no había problema, porque con 5 pesos lo arreglaba. Yo le dije que, ‘la verdad que en el poco tiempo que están ustedes acá, son más argentinos que nosotros”.
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